viernes, 12 de marzo de 2010

Astillero


Se indigna Felipe
Arrepentimientos
¿De qué murió?
Arco iris pleno
Julio Hernández López


Felipe Calderón tuvo a bien soltar ayer ráfagas de metralla discursiva contra los políticos rijosos, como si la causa original de la más reciente muestra de podredumbre institucional no hubiera sido la formulación de un convenio de canje de votos legislativos por abstinencias partidistas que él dice no haber conocido en sus términos sino hasta enero (cosa que obviamente nadie le cree). Ge(li)ppetto se dice ajeno al pinochismo detonado a partir de la firma de esos acuerdos de infantilismo suscriptor y se lanza contra las muestras de incivilidad política que se dieron este miércoles en San Lázaro, haciendo como que comparte la irritación de muchos mexicanos ante los espectáculos de degradación que se han vivido, preocupadísimo el santo varón de Los Pinos por el nivel tan bajo que ha alcanzado el debate político. El jefe real de César Nava cree posible que los mexicanos le crean que él no supo nada de lo que cocinaban sus dos principales pinches (ayudantes de cocina) y ahora pretende darse por ofendido ante el platillo echado a perder, acusando a los comensales legislativos de comportarse agresiva y soezmente y colocándose él, Felipe, del lado del consumidor, como si no hubiera sido responsable de la receta, la despensa, los operadores y las consecuencias.
Día de crudos arrepentimientos (tan hipócritas como las exaltaciones anteriores). César Nava ofrece disculpas en casa a sus compañeros de partido pero no al pueblo en general: penitencias privadas, daños públicos. Fue un error el haber firmado el convenio tan famoso, y ya no lo volverá a hacer, dice en íntima sesión partidista el comisionado de Los Pinos para asuntos panistas, el desbaratado Nava al que ahora algunos acomedidos pretenden elevar a los altares de la no destitución o renuncia porque, dicen, los feos ataques de los priístas están fortaleciendo al pequeño César, el hombre de las Camisas Azules, Manos Negras (vaya oportunidad de aparición del libro de Ana Lilia Pérez, en el que se narra El saqueo de Pemex desde Los Pinos, con la brillante participación del abogado Nava).
El encopetado mayor también reflexiona, desde la Toluca que considera antesala de Los Pinos, y decide declararse listo para concurrir a las pruebas criminalísticas del detector de mentiras (tal vez con la esperanza de que el aparato de medición sea marca Arturo Montiel). El diputado priísta Óscar Levin Coppel hace, por su parte, un reconocimiento a las palabras de discriminación que había pronunciado un día antes al comparar las alianzas perreánicas con algo perverso, “gay”. Y la dirigente nacional del PRI, Beatriz Paredes, insiste en darle la vuelta al expediente, en ya no ver hacia atrás.
El saldo de los enfrentamientos entre los dos principales cárteles políticos es altamente negativo para todos esos pistoleros, pero hoy creen posible utilizar disfraces de reflexión e incluso de arrepentimiento. Enojadas las comadres, la política se volvió un lavadero, con el reconocimiento priísta de que el licenciado Calderón está en la silla presidencial por un acuerdo político y que es espurio, mientras los panistas tuvieron entre sus voces a una diputada que planteó públicamente lo que hasta ahora sólo circulaba en los ámbitos del rumor, en relación con la muerte de la esposa del principal aspirante a la candidatura tricolor a la Presidencia.
El tema de la muerte de Mónica Pretelini jurídicamente está cerrado y en sus conclusiones no hay ningún indicio de responsabilidad de persona alguna, mucho menos del esposo. Pero en cuanto se fueron conociendo los detalles de ese fallecimiento comenzaron a surgir dudas y especulaciones (la manera y el momento en que Peña Nieto se enteró, por ejemplo) que se fortalecieron con el manejo especial que la casa de gobierno del estado de México dio posteriormente a ese tejido de incertidumbre, al promover la publicación de reportajes en los que algunos miembros de la familia de la difunta esposa se mostraban marcadamente llevados a insistir en que no había nada oscuro y que la relación entre la pareja era inmejorable. A ese proceso de incredulidad contribuyó una entrevista hecha para Univisión por Jorge Ramos en la que Enrique Peña Nieto no supo decir exactamente la causa de la muerte de su esposa, mostrándose además, a ojos de algunos de quienes lo escudriñaban, entre esquivo y nervioso a la hora de ser tocado ese tema por un periodista mexicano que desde un medio estadunidense para público “hispano” pudo abordar temas que ni por equivocación son rozados aquí por quienes arreglan entrevistas a modo. El video está en http://bit.ly/7PQ6L con títulos colocados por algunos internautas con ánimos de opinión personal. Los momentos del titubeo están a partir de los 2 minutos con 12 segundos.
Astillas
En medio del desastre nacional, la ciudad de México renovó ayer votos nupciales con la libertad, la tolerancia y la equidad. Cinco parejas, entre ellas Jesusa Rodríguez y Liliana Felipe, inauguraron los matrimonios entre personas del mismo sexo. La instauración plena del arco iris en el Distrito Federal tiene como contrapartida el enfurruñamiento del conservadurismo que desde la Suprema Corte de Justicia pretende echar abajo las decisiones capitalinas, desde los púlpitos incita a cobrar los “agravios” y desde el panismo yunquista busca la manera de que echen del poder a quienes con diversos grados de tonalidad forman parte de la izquierda... Continuaban ayer los reportes de incidentes violentos en Tamaulipas y Victoria, a través de las redes sociales... Y, mientras el secretario federal de Salud jura y perjura que no dañó a la economía nacional el manejo gubernamental del episodio de lo que luego habría de llamarse A/H1N1, ¡feliz fin de semana, con una propuesta del errático gobernador de San Luis Potosí ante el Congreso local para castigar a quienes difundan “información indebida” que pueda “afectar la actividad” de las personas en general y, claro, en particular de los funcionarios y políticos!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx

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