viernes, 26 de marzo de 2010

Acusan al Papa de encubrir a pederasta

La cleropederastia
Escándalo por el caso Murphy


Los culpables serán juzgados por “Dios y la justicia”: Benedicto XVI

El religioso murió sin haber sido sancionado jamás por la Iglesia católica


Benedicto XVI ha sido objeto de críticas por su actuación como guardián de la ortodoxia –cargo que desempeñó durante 23 años–, el hombre que usó mano de hierro y castigó durante el largo pontificado de Juan Pablo II a importantes teólogos críticos, en particular a los latinoamericanos de la teología de la liberación.Foto Ap
Afp

Periódico La Jornada
Viernes 26 de marzo de 2010, p. 2
Ciudad del Vaticano, 25 de marzo. El papa Benedicto XVI se vio salpicado este jueves por la ola de escándalos de pederastia en la Iglesia católica, luego que el diario The New York Times publicara información según la cual encubrió a un sacerdote estadunidense sospechoso de haber abusado de 200 niños.

Según el periódico, que se basa en documentos de los abogados de las víctimas, el cardenal Joseph Ratzinger –cuando ejercía el cargo de prefecto en la Congregación para la Doctrina de la Fe (1981-2005)– no tomó medidas contra el sacerdote Lawrence Murphy pese a las acusaciones de haber abusado sexualmente en numerosas ocasiones de niños sordos o con deficiencias auditivas del estado de Wisconsin entre 1950 y 1974.

Sin desmentir los hechos, el Vaticano defendió este jueves al Papa tras recalcar que fue informado del caso “por primera vez a finales de los años 90, es decir 20 años después de ocurrido”.

Si bien el caso reviste un “carácter trágico” debido a que involucra a menores particularmente vulnerables, el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, subrayó que inclusive las autoridades civiles estadunidenses abandonaron la investigación contra el religioso, iniciada en los años 70 del siglo pasdo.

Cuando las autoridades eclesiásticas del Vaticano fueron informadas, “el padre Murphy ya estaba viejo, enfermo, vivía recluido y no se habían registrado más denuncias en su contra en 20 años”, aseguró Lombardi.

La Congregación para la Doctrina de la Fe se limitó entonces a “sugerir” al arzobispo de Milwaukee que “limitara las actividades religiosas del padre Murphy y a que lo instara a que asumiera la total responsabilidad de sus actos”.

El religioso murió en 1998, cuatro meses después de que le transmitieran las recomendaciones del Vaticano, sin haber sido sancionado jamás por la Iglesia.

El caso sale de nuevo a la luz en un momento delicado para la Iglesia católica, sacudida por los escándalos de curas pederastas en numerosos países de Europa, en particular Irlanda y Alemania, país de nacimiento del pontífice.
Joseph Ratzinger, el primer papa alemán de la historia reciente, ha sido cuestionado también por la prensa de su país en estos días por haber alojado en su diócesis, cuando ejercía en 1980 como arzobispo de Munich, a un cura con antecedentes de pedofilia para que fuera sometido a terapias.

“Desde el punto de vista canónico respetó todas las reglas, pero ese tipo de defensa, a la ‘Nuremberg’, que aduce que se limitó a cumplir, no satisface a la opinión pública”, comentó un observador de los asuntos del Vaticano que quiere mantener el anonimato.

“Como era anciano y no tenía más contacto con el público, lo dejaron”, comentó el vaticanista estadunidense John Allen, del National Catholic Reporter.

“Se trata, para algunos, de una justicia compasiva; para otros, de dejar pasar”, agregó.

Los ataques contra Benedicto XVI se agravan debido a que fue por 23 años el guardián de la ortodoxia, el hombre que usó mano de hierro y castigó durante el largo pontificado de Juan Pablo II a importantes teólogos críticos, en particular a los latinoamericanos de la teología de la liberación.

La mayoría de los casos denunciados se remontan a varios decenios y podrían convertirse en una “avalancha” para la Iglesia, según el vaticanista Bruno Bartoloni.

“Las víctimas ya no temen hablar, eso va a obligar a la Iglesia a cambiar completamente de actitud, que era la de evitar todo escándalo”, agregó.

Benedicto XVI ha condenado en numerosos ocasiones esos “actos abominables” e instó en un texto reciente a romper el “muro de silencio”.

El sábado, en una carta pastoral dirigida a los católicos de Irlanda, el Papa manifestó “la vergüenza y el remordimiento” de toda la Iglesia por los abusos cometidos y anunció que los responsables serán juzgados “por Dios y la justicia”.

Varias asociaciones de defensa de víctimas de curas pedófilos, tanto de Estados Unidos como de Alemania, consideran insuficientes las palabras del pontífice.

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