jueves, 18 de febrero de 2010

Astillero


Autobienvenida
Exclusión de incómodos
Luis H. Electoral
Juan Manuel: 16 meses
Julio Hernández López


Felipe Calderón se mandó construir en Ciudad Juárez una bienvenida oficial a la medida de sus necesidades. Si un jueves anterior una Madre Coraje le había dicho que no era bien recibido ni se le extendía la mano, ahora se regaló una sesión plácida, sin sobresaltos ni críticas a fondo, incluso con felicitaciones para su esposa (por luchar “como uno más” por reconstruir aquella urbe) y para él, así declarado Amigo de los Jóvenes por un orador “fuera de programa”, tan modoso y propositivo que luego sería puesto como ejemplo de los “buenos” muchachos de la localidad.
Triunfador absoluto en el micromundo de las exclusiones, Calderón y su equipo de maniobras montaron una asamblea domesticada en la que representantes de mesas de trabajo con línea federal parecían más interesados en desgranar propuestas en busca de presupuesto que en abordar a profundidad las causas de la crisis que más allá de esa escenografía blindada continuaba su guión macabro. Echeverrismo de derecha en que el reino de los trajeados y los analistas burocráticos brindaba así al ocupante de Los Pinos una extraña oportunidad de reivindicación amordazada, luego que los operadores de esa revancha enfermiza se esmeraron en impedir el paso a quienes consideraron “incómodos”, entre ellos el tema de los derechos humanos, jamás tocado para no provocar enojos verdes o genáricos (neologismo, éste, referido a los actos de Genaro que son similares a lo genéricamente castrense). Complaciente reunión donde lo más destacado fueron las ausencias: valiente asambleísmo sin la madre denunciante, Luz María Dávila, ni la persistente defensora de esos derechos humanos, Cipriana Jurado, ni el activo diputado perredista Víctor Quintana, ni los jóvenes y los ciudadanos opositores que fueron contenidos por las fuerzas policiacas y militares, en una embestida represiva que alcanzó a reporteros de medios locales que fueron golpeados por miembros de esas fuerzas armadas de contención.
Felipe que hubo de escuchar, a pesar de todo, referencias críticas y descalificaciones a los funcionarios federales, estatales y municipales, pero mantenido todo en un clima controlado, entre algodones diseñados para acolchonar esas disidencias verbales manejables. Felipe que acabó de presidente de la asamblea, dando la palabra y conduciendo esa nave de “participación cívica” sin problemas. Día de campo para el gran impugnado de casi una semana atrás y para sus acompañantes priístas, el gobernador del estado y el presidente municipal, plenos ambos de cinismo y demagogia, oradores de la nada, constructores de mundos mejores a partir de pura labia y saliva. Reyes, ambos, del imperio de la complicidad; administradores, no gobernantes, del estado de cosas que organiza en esas tierras el verdadero poder.
Tan cómodo se sentía Calderón en ese acto, que parecía realizarse en algún salón de fiestas de El Paso, Texas, que se permitió deslizar el ingrediente electorero de toda la faramalla hasta ahora armada: junto al casi anónimo secretario de la Reforma Agraria, al que F.C. había dejado como devaluado representante personal, se nombró ayer a Luis H. Álvarez, el chihuahuense de larguísima carrera consumida en su tramo final entre cobranzas de nómina a cuenta de encargos etéreos, chiapanecos algunos de ellos. Más que un operador institucional, Calderón lo que ha instalado en Chihuahua es una especie de delegado panista que buscará manejar la cuantiosa inversión gubernamental federal en aquella entidad con sentido de pragmatismo electoral (el coordinador de asesores de Los Pinos va como subdelegado comicial para enlaces): lo que está en juego allá no es la suerte de jóvenes masacrados, los derechos humanos, la erradicación o control del narcotráfico o la restauración social, sino la elección de gobernador, congreso y presidencias municipales: presupuesto federal panista contra marrullería y erario local priístas.
Astillas
Dieciséis meses ha estado en la cárcel Juan Manuel Martínez Moreno a pesar de que todo mundo (excepto Ulises Ruiz, a quien convenía impulsar la mentira) sabía que el activista oaxaqueño no tenía ninguna forma de involucramiento en el asesinato del periodista independiente Brad Will. El ulisismo construyó esa falsa acusación para aparentar, sobre todo ante ojos estadunidenses, que algo hacía para castigar a quienes mataron a Will. El expediente inventado no soportaba el escrutinio judicial serio y ayer un tribunal federal emitió una resolución que debe poner en libertad absoluta a Juan Manuel... A propósito de Oaxaca, el Panal ha postulado a Irma Piñeyro como candidata a gobernadora, en una evidente maniobra de venta al ulisismo de una opción divisoria pensada para debilitar al Arca de Cué... En otra decisión del Poder Judicial federal fue declarada improcedente la pretensión del llamado Juanito de volver a ocupar la titularidad de la delegación Iztapalapa del Distrito Federal. El fallo no lo obliga a alejarse de los foros de farándula barata no política en que ha tenido fugaz presencia... El Juanito de Gobernación, por cierto (“que ni se crea” el respaldo extemporáneo de Felipe), sigue dando tumbos en sus declaraciones, correcciones y precisiones. Calladito se vería más Dieguito... Al que no querría el calderonismo oír hablar en México es al famoso Zhenli Ye Gon, a quien los gringos han encontrado “causa probable” para ser enviado a la tierra de los políticos practicantes de la filosofía del Coopelas o Cuello... Quienes deseen enterarse de los pormenores de la visita de Evo Morales a México pueden asomarse a http://evo-en-mexico.blogspot.com/ y, en twitter, conectarse con @evoenmexico. Algunos actos destacados de la visita podrán ser vistos en vivo en Internet en www. radioamlo.org (a quienes han preguntado si este tecleador asistirá a la reunión con indígenas en Coyoacán se les contesta que hasta por orgullosas razones evidentes estará allí)... Y mientras nos sigue lloviendo, ¡hasta mañana, en esta columna que ve demasiados milagros en el caso del futbolista y el Bar Bar Bie!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx

No hay comentarios: