martes, 15 de septiembre de 2009

"El Ejército no podrá con los cárteles": procurador antimafia de Palermo

COLUMBA VéRTIZ DE LA FUENTE
Para Antonio Ingroia, procurador adjunto antimafia del Tribunal de Palermo, Italia, militarizar el territorio mexicano es “una mala estrategia”.
De visita en la Ciudad de México, el alumno del juez héroe Paolo Borsellino, asesinado por la mafia siciliana en 1992, sentencia: “El Ejército tiene funciones específicas, por lo cual no puede ser utilizado para combatir la criminalidad organizada.”
En su país, dice, los militares sólo son llamados en situaciones de emergencia, “en objetivos muy concretos; es decir, sólo para defender los objetivos en riesgo”.
Expone: “En 1990, 1991, 1992 y 1993, cuando la mafia atacaba directamente al Estado, mataba a los magistrados y hacía estallar edificios del gobierno, los militares eran utilizados para sitiar y defender estos inmuebles, así como las casas de los magistrados. El Ejército era útil para que la policía pudiera dedicarse a realizar sus tareas propias, las investigaciones; no se pueden delegar las tareas de la policía al Ejército.”
Es incisivo: “Con el Ejército no se detendrá a los cárteles”.
Ingroia es procurador antimafia de Palermo desde 1992. Por sus manos han pasado los casos principales de los últimos tiempos relacionados con la Cosa Nostra. Y aunque en Palermo es custodiado por escoltas, aquí nadie lo protegió durante el seminario El combate a la delincuencia organizada en el marco de nuevas reglas para el desarrollo: reflexiones, experiencias y propuestas, realizado del martes 1 al viernes 4 en la sede del Instituto Italiano de Cultura.
Ahí, Ingroia propuso crear un Centro Internacional Ítalo-Mexicano de Estudios Históricos, Jurídicos, Sociales y de la Administración Pública, para intercambiar experiencias y conocimientos sobre el fenómeno del crimen organizado que pongan en evidencia la necesidad de una constante acción que refuerce la cultura de la legalidad y de la responsabilidad civil.
El fiscal palermitano ve “muy grave” la situación del crimen organizado en México:
“Es similar a situaciones que hubo en el pasado en Sicilia, como el control del territorio por parte de las organizaciones criminales, y corrupción incluso dentro de las fuerzas policiacas, que en Italia no hemos derrotado por completo. No obstante, en nuestro país hemos alcanzado resultados importantes.
“Tomando en cuenta que cada realidad criminal es diferente, puedo decir que el modelo italiano ha sido en parte ganador porque se centró en ciertos puntos: uno muy importante era tener un ministerio público independiente y autónomo del poder político; segundo, que la policía dependa del ministerio público autónomo e independiente; tercero, que haya procuradurías especializadas en la lucha contra la mafia, así como una legislación antimafia específica.”
–¿Cómo debe ser esa legislación?
–Debe proveer de ciertos instrumentos; por ejemplo, de una reglamentación que incentive a los arrepentidos a cooperar con la justicia, unas reglas que faciliten la prueba para la confiscación de bienes de los criminales, una regulación para que los bienes confiscados por las autoridades sean devueltos a la sociedad, sobre todo a los jóvenes, por ejemplo, que quieren trabajar la tierra. Y una regla que respete los derechos humanos y aplique el principio de igualdad entre todos los ciudadanos.
En abril pasado, la fiscal antimafia de Reggio-Calabria, Nicola Gratteri, admitió que cárteles mexicanos toman parte en la introducción de droga en Europa a través de la Ndrangheta, una de las organizaciones criminales con mayor poder económico, “quizá más rica que la Cosa Nostra”, a decir del fiscal palermitano.
Explica: “Hay investigaciones efectivamente (respecto de la presunta colusión de cárteles mexicanos con la mafia siciliana), pero como aún se trabaja en ellas no puedo dar detalles que demuestren que hay nexos entre cárteles mexicanos y asociaciones mafiosas italianas, no sólo con la siciliana. Sólo puedo decir que se trata de tráfico de drogas y que los cárteles mexicanos exportan droga a Europa, lo cual significa que no sólo operan en el mercado estadunidense, sino que se abrieron también hacia los mercados europeos. Así que han entrado en competencia con los cárteles colombianos, les están quitando espacio a los colombianos”.
Más fuertes
A Ingroia se le pregunta cómo podría frenarse el fortalecimiento de los presuntos nexos entre cárteles mexicanos y las mafias italianas.
Responde:
“Del lado de Italia haremos nuestra parte. Cumpliremos con las investigaciones, pero se necesita también que México adopte los instrumentos necesarios inspirándose en la experiencia italiana. Además, el único tratado aún en vigor de asistencia judicial entre Italia y México remonta hacia finales del siglo XIX; es muy viejo, por lo que sería bueno que los gobiernos se reunieran para actualizar el tratado, adecuarlo a la situación actual, hacerlo más moderno y más apto para estas circunstancias.
–¿Y de qué manera se beneficia la mafia siciliana con los cárteles mexicanos?
–Se ve fortalecida porque de esa manera amplía su red de contactos criminales y además tiene un canal de provisión de droga alternativo a los tradicionales.
–¿Qué opina de esa violencia tan inhumana que se ha desatado entre los cárteles? Hay asesinatos masivos todos los días.
–Me recuerda a las situaciones que hubo en Italia hace 20 años, en Sicilia. A diario aparecían cadáveres; el Estado parecía no poder con eso. Con los sistemas que mencioné anteriormente, logramos cambiar las cosas. No obstante, hubo un desplazamiento porque ahora el problema se presenta en Campana, Nápoles; no se ha logrado poner un freno a ese problema.
“Pero estoy convencido de que en Italia, haciendo mejores leyes y manteniendo el papel del ministerio público autónomo e independiente, se conseguirá por lo menos contener el fenómeno.”
Sin embargo, Ingroia predice una escalada mayor de violencia de los cárteles mexicanos, y asegura que las organizaciones delictivas mexicanas son más sangrientas que las de su país “porque han impuesto una violencia difícil de erradicar”.
Critica que en México se mida el combate a la delincuencia con las detenciones de los presuntos narcotraficantes, ya que sus puestos inmediatamente son reemplazados por otros miembros de los cárteles.
–Se cree que la delincuencia organizada está sosteniendo la economía del país y por ello no se elimina por completo el fenómeno.
–Creo que las dificultades principales para combatir este fenómeno se derivan de que hay encubrimientos por parte de algunos sectores de la clase dirigente que se enriquecen a través de las actividades de la criminalidad organizada; por lo tanto, es necesario que la clase sana de la sociedad y la parte sana de la clase dirigente hagan una alianza para combatir esta contaminación de la economía, de la política y de la sociedad.
“La cuestión del encubrimiento no es sólo de México; también es de Italia, es general, y por eso se necesitaría una alianza, un movimiento antimafia internacional, y no acciones sólo dentro de los Estados nacionales. Por esta razón, iniciativas como la creación del Centro Ítalo-Mexicano son muy útiles para este fin. De no ser así, no hubiera venido hasta México; me hubiera quedado trabajando en mi oficina en Palermo.”
–¿Puede ser efectivo despenalizar el consumo de la droga?
–Yo siempre he estado a favor de la despenalización del consumo de las drogas ligeras porque, según yo, es la única manera de romper el lazo que se establece entre el consumidor y el vendedor al menudeo, y el lazo entre las drogas ligeras y las drogas pesadas.

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