sábado, 11 de julio de 2009

Serpientes y Escaleras. Salvador García Soto

La izquierda, ¿unida?


Al mismo tiempo que Marcelo Ebrard lanza una ofensiva política para tomar el control del partido y obligar a Los Chuchos a reconocer el liderazgo que le dieron los votos el pasado 5 de julio, las principales cabezas de Nueva Izquierda buscan arropar a su líder, Jesús Ortega, y protegerlo ante la embestida de las tribus lopezobradoristas que exigen la cabeza del dirigente nacional a partir de la debacle electoral que sufrió el PRD en estos comicios





Al mismo tiempo que Marcelo Ebrard lanza una ofensiva política para tomar el control del partido y obligar a Los Chuchos a reconocer el liderazgo que le dieron los votos el pasado 5 de julio, las principales cabezas de Nueva Izquierda buscan arropar a su líder, Jesús Ortega, y protegerlo ante la embestida de las tribus lopezobradoristas que exigen la cabeza del dirigente nacional a partir de la debacle electoral que sufrió el PRD en estos comicios.

Marcelo ya hizo un pacto con Amalia García y Leonel Godoy para que lo acompañen en un frente que busca modificar los equilibrios internos en el partido y obligar a que a los gobernadores, encabezados por Ebrard, se les reconozca como la principal fuerza que tiene el perredismo, pues fueron ellos los únicos que mantuvieron la votación nacional del partido y evitaron un desfonde mayor a 12%.




La respuesta de Nueva Izquierda a la ofensiva ebrardista es una propuesta que causará polémica y que plantea que, más que discutir por liderazgos, el PRD debe preocuparse por construir un “frente unido de izquierda” que aglutine a todos los partidos y corrientes vigentes de la izquierda mexicana para competir juntos, en coalición y con un candidato único, en las elecciones presidenciales de 2012.




Carlos Navarrete y el propio Ortega son los principales impulsores de esa propuesta que comenzarán a esbozar mañana, en la reunión de la Comisión Política Nacional este domingo, y en la que los ex dirigentes nacionales del partido, junto con gobernadores y líderes de las corrientes que integran el PRD, harán la autopsia del desastroso resultado que obtuvo su partido en las elecciones federales.




La idea de unificar a la izquierda para 2012 tiene como modelo el histórico Frente Democrático Nacional, que en 88 estuvo a punto de ganar la Presidencia con Cuauhtémoc Cárdenas como candidato, y como argumento la aceptación de que, ante la fuerza mostrada por el PRI con el “efecto Peña Nieto” y la previsible ofensiva de Estado del PAN para no perder el poder en las próximas presidenciales, los partidos de izquierda no tendrán, si compiten solos y atomizados, ni la más mínima oportunidad de ganar la sucesión.




Si se juntan los porcentajes de voto que alcanzaron por separado cada uno de los partidos autodenominados de izquierda que contendieron en las elecciones (PRD, PT, Convergencia y PSD), la votación total de esas opciones a nivel nacional sumaría más de 20% del electorado, algo que los volvería competitivos frente a un crecido PRI y un PAN que hará de todo para no perder el poder en 2012.




¿La izquierda unida jamás será vencida?

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