martes, 25 de noviembre de 2008

Bravo Mena, nuevo secretario particular de la Presidencia

RODRIGO VERA
MÉXICO, D.F., 25 de noviembre (apro).- El embajador de México ante la Santa Sede, el panista Luis Felipe Bravo Mena, dejó este martes su cargo diplomático para incorporarse en México a la secretaría particular de la Presidencia, cargo que ocupaba César Nava.
Antes de conocerse cuál sería el cargo que ocuparía, Bravo Mena señaló, en una entrevista con Notimex, que su repentina salida se debió a "instrucciones superiores" vinculadas a nuevos proyectos políticos que le encargaría el presidente Felipe Calderón.
En una audiencia privada, como ya es tradición en la diplomacia vaticana, el Papa Benedicto XVI despidió al embajador saliente y a su familia, en el Palacio Apostólico Vaticano, el pasado sábado 22 de noviembre. Ahí, el pontífice envió un saludo al pueblo de México.
En esa misma audiencia, Bravo Mena se despidió del secretario de Estado de la Santa Sede, el cardenal Tarcisio Bertone, quien es el encargado de llevar las relaciones diplomáticas del Papa con los Estados.
Según algunas versiones, a Bravo Mena se le dará un cargo en la Secretaría de Gobernación, para llenar el hueco que dejó la muerte del anterior titular de esa dependencia, Juan Camilo Mouriño, aunque otras versiones aseguran que el panista será incorporado al área de la Presidencia de la República.
Para Roberto Velázquez, especialista en las relaciones México-Vaticano, fue un "fracaso" el desempeño de Bravo Mena como embajador, ya que "no pudo concretar su principal encomienda, que era lograr que el Papa Benedicto XVI visitara México en enero próximo", en el marco del Encuentro Mundial de las Familias, a realizarse en la Ciudad de México.
Velázquez, quien es investigador en la Universidad de Texas y en el Archivo Secreto Vaticano, agrega:
"Realmente, el paso de Bravo Mena por la embajada en la Santa Sede significó un fracaso para la política exterior mexicana, si se toma en cuenta que Benedicto XVI ya ha visitado en dos ocasiones el continente americano; fue a Brasil y a Estados Unidos.
"Pese a que México es un país con fuerte raigambre católica, y donde además se da el culto mariano más importante del mundo, el guadalupanismo, la Cancillería no logró traer al Papa, siendo que el pontífice tiene ya proyectado un viaje a Cuba y otro a Bolivia", señaló.
Y mientras se nombra a un nuevo embajador, al frente de la representación diplomática mexicana quedó, en calidad de encargado de negocios, Miguel Ángel Vilchis Salgado, quien tenía a su cargo la sección cultural de la embajada.

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